Este lugar, por un lado es una venta de Delicatesses como le llaman, y por otro un excelente restaurante.
He probado sus sandwiches y sus ensaladas y todas las veces que he ido he quedado francamente satisfecho.
Los sandwiches en particular, me parece que son una de sus especialidades, y son acompañados de una ensalada de repollo parecidas a esas que venden en Pollo Arturo, pero con una calidad de sabor impresionantemente más sabrosas, posiblemente por lo fresca que resulta y como la presentan en el plato.
Por otro lado, las ensaladas son cuidadosamente presentadas para hacerlas no solo agradables al paladar, sino también a la vista.
La sección del restaurante era relativamente pequeña hace un tiempo pero la han ampliado satisfactoriamente.
La calidad de la atención de su personal, hace la estancia más agradable, y aunque esta última vez que fui se portaron un poquito lentos, nunca faltó el buen trato.
Para aquellos no iniciados que opten por alguno de los sandwiches en sus diferentes combinaciones de panes y rellenos, es importante que sepan que inclusive califica como un plato para compartir, a menos que el apetito del caballero esté a la altura de un corsario. Si optan por la opción de compartir, aunque no aparece explícitamente en el menú, pueden pedir que lo traigan con doble contorno. Esto lo que hace es que sea dividido en dos el sandwich pero acompañada cada mitad por su respectivo contorno.
Otra cosa realmente fascinante del lugar es la dedicación puesta al decorado. Es algo que tienen que ver con sus propios ojos. Tienen que pasearse por cada detalle, observar la pequeña caída de agua, los diferentes frascos rellenos, los productos y las figuras. Después de comer, seguramente optarán por comprar el dulce de su preferencia pues la variedad está a la orden, especialmente con el chocolate.
En fin, un lugar diferente con precios razonables aunque no económicos, que justifican suficientemente el cariño invertido en este lugar.
Un cafecito capuchino con crema, puede ser el cierre perfecto de una velada por demás muy agradable... que lo disfruten.
Cómo llegar:
Subiendo desde la Plaza Altamira en dirección al Avila (Av. Luis Roche), al llegar a la redoma que divide el flujo vehicular a la derecha y a la izquierda, se toma el desvío a la derecha pasando al lado de la estación de servicio PDV (4ta Transversal), y luego recto una cuadra, a mano derecha se encuentra el restaurante, con un muñeco grande en una ventana, que señala el lugar preciso. Si no ven puesto para estacionar, cuentan con el servicio de valet parking incluido.
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